Vuelve el marujeo y a mucha honra!

La foto está sacada de un blog llamado con Mano de Bollo
Y nada más lejos un post de otro.

Hoy vengo a exponeros un interesante caso, el caso de las nuevas mujeres. El caso de muchas de nosotras, que aun siendo mujeres perfectamente preparadas para la vida laboral, habiendo trabajado en importantes empresas, en puesto de responsabilidad (o no) hemos decidido por fuerza o por vocación, dedicarnos a nuestros hijos.

Hace muchos años, cuando yo era pequeña, era raro ver a una mujer trabajar fuera de casa, y la que lo hacía, no tengo ni idea de cómo conseguía llegar a todo. Tengo un magnífico recuerdo de mi infancia criada entre mi madre, mi abueli, mis hermanos, mi aita… Mi madre trabajaba también fuera de casa hasta que yo cumplí los 9 años. Y no sé cómo llegaba a todo, y estaba siempre sonriente, nunca me dijo una palabra de más, nunca me dio un xaplasteko, nunca me riñó por no comer…  
He llegado a un punto en mi vida en el que he tenido que elegir, entre dar lo mejor de mi misma en mi casa, o ser mediocre allá por donde voy.
Hablando en casa, con mi susodicho que gracias a él, puedo permitirme esta decisión, que lo más importante en esta vida es ser feliz, y que los que te rodeen también lo sean, que seas capaz de llegar al final del día y sacar cosas positivas que te han pasado hoy, y que puedas sonreir. Que te vayas a la cama en paz contigo mismo, sin hacer listas de cosas pendientes.
Que el poco valorado papel de las amas (y amos) de casa, debe volver a imponerse en esta sociedad de locos. Que debemos darle toda la importancia del mundo a que los niños tengan una figura representativa y que les dé seguridad en su día a día. Que debiera poderse conciliar, que no fuera despectivo el tomar la decisión de quedarte en casa a cuidar de tu manada.
El otro día, alguien me preguntó, «A qué te dedicas?», – «Me ocupo de mis hijos», respondí. «Ya, y qué más?» Cuando seas padre lo entenderás, entenderás que tengo un master en organización, planificación, economía, medicina, psicología, soy cocinera de élite, y además me ocupo del blog.
Cuando la sociedad entienda que el papel de los padres educadores de sus hijos es tan importante como el del que va a una oficina a levantar el País, entonces habremos llegado a la verdadera conciliación.
Que una mujer moderna como lo que somos las que leemos el blog, decida dedicarse a sus hijos en los tiempos que corren y se organice (en otro post os enseñaré la tabla horario que hemos preparado) para ello, es de aplaudir, no de criticar. No digo que se me haya criticado, pero sí mirado raro. Y me han llegado a decir que si no trabajas, cómo justificarás ese vacío en tu CV, cómo te pondrás al día cuando te toque volver a trabajar, cómo te vas a reciclar? Cómo puedes aparcar tu vida por los niños?
Madre mía, que mal está la sociedad para que alguien te diga eso y se quede tan ancho y además seas tú quien tenga que darle una serie de explicaciones y justificaciones. No tengo que justificarme ante nadie. Nadie debiera juzgar las decisiones de cada mujer (y hombre) en cuestión de educación y conciliación. Cada uno hace lo que puede o lo que considera mejor. Quedarse en casa no es una mala opción. Es mi opción.
He dicho. Hasta la próxima. 
 

12 thoughts on “Vuelve el marujeo y a mucha honra!

  1. ¡Muy bien dicho!. Yo también decidí quedarme en casa pero sigo sin llegar a todo, ¿cómo es posible?, todos los lunes me hago una lista de tareas para ese día… llega el viernes y por un motivo u otro no la he acabado, en fin… me siento mala ama de casa. Me leeré tu post de la organización. Besos.

  2. Gracias krika! La verdad es que me he quedado de piedra con algunas de las respuestas q he recibido en FB. Alucino! Pero como así es la bloggosfera que te expones a oir todo tipo de comentarios, pues ale. Ya os contaré qué tal me va.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *